Esta semana en clase hemos estado llevando la práctica a nuestra Vulnerabilidad.
¿Cuántas veces nos sentimos vulnerables? ¿De qué manera lo gestionamos? ¿Tratamos de evitarla? ¿Nos avergüenza sentirnos así?
Exponerse ante la vulnerabilidad no es algo que todo el mundo pueda o quiera hacer. Es un sentimiento profundo y desgarrador. Y nos sucede en muchísimas situaciones de nuestro día a día.
No es tanto el querer salir de ello. Es más el castigarnos por mantener esa emoción y no saber muy bien por qué razón nos ocurre.
Si nos detenemos a observarla, nos daremos cuenta de que es una emoción súper natural.
El trabajo, los hijos, las tareas diarias, la familia, la pareja, la vida social…. estamos en continua exposición y esto no lo hace sencillo. Nos limita, nos exige, nos condiciona, nos impulsa, nos mantiene, nos crea y nos genera miles de sentimientos muy concretos que nos cuesta procesar.
Hay una mujer que me gusta muchísimo que se llama Brené Brown y habla sobre la valentía de ser vulnerable. De exponerse de esta manera ante los demás y lo inteligente que es hacerlo. El bloquear esa emoción es renunciar a nosotras mismas.
Esta semana he estado reflexionando mucho sobre esta emoción. Me he sentido vulnerable ante diferentes circunstancias de mi vida y me he permitido llevar toda la atención al motivo que me conducía a sentirme así. La falta de resultados en ciertos aspectos, me condicionaba a pensar que quizá todo lo que estaba haciendo no tenía ningún mérito. Quizá, la sensación de crear desde la perspectiva de que para alguien pudiera resultarle absurdo, me condicionaba a la hora de seguir manteniendo esa regla de mi cabeza de… A POR TODAS.
Creo, siento y amo lo que hago. Me expongo y a veces me genera miedo, inseguridad, bloqueo… ¿y qué hago ante todo esto que es natural y que nos ocurre con frecuencia? ¿Me paro en seco y dejo de hacer lo que realmente siento que debo hacer? ¿U observo a esa vulnerabilidad de una Noelia pequeñita que se recoge entre las mantas para no ser más expuesta ante lo que quizá sí sirva para algo?
Mis agobios se disiparon con varias conversaciones que tuve vía Whatsapp. Personas que me escribieron para poder mostrar su gratitud ante mis clases, los talleres o simplemente por poder meditar a través del canal. Esto me abrió el corazón de nuevo, no sólo hacia esas personas que por supuesto, sino también a mi misma. Dándome cuenta, de que a veces, y como he dicho en muchas ocasiones… no es tanto el querer cambiar el mundo, sino con que mejore el mundo de una persona… ya sólo por eso merece la pena.
¿Por qué os cuento esto? porque a pesar de que pueda estar dando herramientas, mantenga un equilibro, o mejor dicho, intente mantener un equilibrio en mi día a día... la vulnerabilidad está ahí, Los miedos, están ahí. Las preocupaciones, y más siendo madre, están ahí. De mi depende, de vosotras depende, el cómo gestionemos ese tipo de emociones.
Consejo: hazlo desde la honestidad y transparencia hacia ti misma. Simplemente, OBSERVÁNDOTE.
Así que, el mantra que hoy me grabo a fuego es:
“ Mi mundo y el de los demás es lo que vale. Creo en él, creo en el de ellas”.
Siento profundamente la necesidad de poder aportar mi grano de arena en que así sea y es un lema que llevo dentro de mi desde que era bien pequeña. Desde que mi madre me decía aquello de “Esta niña será presidenta del gobierno por lo menos” nunca más lejos de la realidad :) pero que ya ella sentía que yo tenía ese sentimiento de querer mejorar las cosas. Me encanta que me lo haya repetido muchas veces y que sea una de mis frases favoritas que recuerdo con ternura.
Mi aportación de esta semana, dado que hace un par de ellas os compartí una clase suave de Yoga para iniciar la mañana y mi intención es seguir aportando este tipo de clases u otras para que comencéis a practicar conmigo :) hoy quería mostrar un vídeo que me parece de interés antes de iniciaros a ello.
En las secuencias de Surya Namaskar (Saludo al sol) es habitual practicar posturas como Chaturanga, la cobra o perro boca arriba. Es importante que sepamos realizarlas de forma correcta para no dañarnos y realizar la secuencia con fluidez.
Así que, aquí os comparto un video explicativo de cómo ajustar la postura para poderlo llevar a cabo y disfrutar de la práctica con plena conexión.
Para terminar, deciros que estoy muy contenta porque ya hemos comenzado con nuestro ZenVibes Podcasts a través de Youtube y Spotify. Hemos compartido el primero que ha sido con Horacio Medina, Entrenador Personal en su centro Spirit Benidorm donde nos explica la importancia de introducir el deporte a nuestra vida y sus amplios beneficios a nivel fisco, mental y emocional. Cómo cambia la historia con tan sólo moverte.
Mi intención es que el canal se componga de todo aquello que nos ayude a crear buenos hábitos en nuestra vida diaria desde el autoconocimiento desde distintas áreas.
Si poco a poco vamos introduciéndolo, estoy segura de que poco a poco irás viendo avances y conseguirás mejorar en todos esos aspectos que quizá ahora sientas que no están equilibrados.
Te comparto el vídeo por si te apetece verlo con tu cafecito o infusión en mano ;)
Me despido con el mío que hoy es de Hinojo con una gratitud enorme de que cada vez seamos más en estas pequeñas charlas zen.
Feliz Semana :)