No os creáis que abrirme me resulta tan fácil.
En el email anterior estuve inspirada por la conversación que tuve con mi amigo y el cuál me hizo recordar situaciones personales que he vivido y que no han sido plato de buen gusto. Esto me ayuda a poder ver los grandes cambios que he realizado y que tanto me han costado.
Desde hace algún tiempo, llevo observando a través de redes sociales lo mucho que habla la gente de tener una vida maravillosa pero creo que la vida puede ser maravillosa o tremendamente difícil. Todas sabemos que siempre hay momentos de grandes adversidades que tenemos que ir lidiando a lo largo de nuestra vida.
Creo que hasta aquí estamos todas de acuerdo. Pero ahora bien, tú tienes el poder de ir más hacia un lado o hacia el otro.
Pongamos que tienes una serie de circunstancias en tu vida que te impiden caminar como realmente deseas y a eso le añades más peso observando con negatividad lo desgraciada que eres en este momento. Ponle que a pesar de todo lo malo que pueda estar sucediendo, tú estás poniendo de tu parte para que determinados espacios sirvan para nutrirte y hacerte sentir mejor. Esto hará que mires las cosas desde otro escenario. Desde un lado mucho más amable y cercano hacia tí misma.
Efectivamente, puede ser que tu pareja te haya engañado, te haya dejado o se haya terminado el amor. Puede ser que estés lidiando con alguna situación que te genere mucha tristeza o rabia interior. Puede ser que suceda algo trágico que cambie tu vida por completo. Pueden darse miles de circunstancias a lo largo de los años. La actitud con la que las vivas, para mi, es la clave de todo.
Esta semana por ejemplo, fueron días en el que se removieron muchas emociones. Día previo a la menstruación y tres tristes noticias que hicieron saltar mis alarmas. Esto me hizo estar durante todo el día como en estado de shock y me hizo replantearme cómo podía afrontar esa situación sin caer al bucle que a veces caemos cuando determinadas noticias nos hacen replantearnos el sentido de la vida.
En primer lugar, me observé desde ese lado compasivo de “te va a bajar la regla y estás con las emociones a flor de piel”. Después canalicé una por una la noticia que había recibido. Tristes, pero no cercanas, afortunadamente. Yo , que me considero muy empática y que me pongo en la piel de los demás con facilidad, me di cuenta que estaba acercando las situaciones de esas personas a mi vida sin querer. Haciendo que yo misma me sintiese fatal viviendo de nuevo situaciones pasadas y con el bombo en mi cabeza como si de mi familia o algo mío se tratase. Supe parar. Me centré en ese momento presente y observé a mi hijo con detenimiento para apreciar la esencia real del AHORA y aprecié esos segundos, minutos y horas que me ofrecía la vida. Supe irme a la cama con una sonrisa a pesar de haber estado todo el día removida. ¿Y sabéis qué? Dormí bastante bien.
Sobre todo a la hora de dormir, es importante que nos mandemos mensajes positivos. En alguna de éstas charlas zen tenéis un Yoga Nidra que para eso es fabuloso. Pero os diré que esto es un trabajo de cada día y que es importante revisarse de dónde viene todo esto. ¿Somos capaces de separar? Voy a haceros una preguntas poderosas que me gustaría os respondierais. y si queréis, podemos hablarlo para ver a qué conclusiones llegamos… ¿os parece?
¿Sueles separar tus temas laborales de los personales? o mejor dicho ¿Sueles llevarte el trabajo a casa?
¿Llevas al trabajo problemas sentimentales? o mejor dicho ¿te afecta en tu trabajo los problemas que puedas tener con tu pareja?
Cuando estás preocupada por algo… ¿Hasta qué punto eres capaz de centrar tu atención a conversaciones o quehaceres del día a día? ¿Sueles entrar en bucle?
¿Cuántas veces abrazas a quien quieres y “saboreas de verdad” ese momento en el que quieres pararlo por unos instantes para que nunca se olvide?
¿Cuántas fotografías mentales realizas para retener una imagen en tu memoria para siempre? ¿Cuántas tienes que recuerdes?
¿Cuántas veces decides acostarte pidiendo perdón a alguien a la que sabes has herido (posiblemente sin querer) con algún acto o palabra? Intenta no irte a dormir enfadada, aunque recuerda que hay conversaciones que es mejor no tener en caliente… NO TE VAYAS A DORMIR ENFADADA. Si te has enfadado con alguien, piensa que si lo haces es porque esa persona te importa, de lo contrario, te daría igual o posiblemente no te influiría en irte a dormir mosqueada.
A mi, hacerme estas preguntas me ha ayudado mucho a observar cómo me estaba moviendo, para qué me estaba moviendo de esa manera y qué conseguía haciéndolo así. Y os sorprenderíais de la cantidad de modificaciones que he hecho.
Os recuerdo que el trabajo personal es constante. Siempre hay que revisarse, siempre hay que observarse, siempre hay que mandarse mensajes bonitos, siempre hay que estar mirando qué tipo de creencias tenemos, qué valores, y qué capacidades tenemos. Nos infravaloramos mucho y no nos damos cuenta de que el ser humano es cambiante y además, lamentablemente, está condicionadísimo por todo lo que hemos vivido, experimentado y absorvido durante nuestros días.
Así que, hoy, en mi primer día de menstruación me permito grabarme este mantra a fuego:
“Me quiero, me acepto con mis virtudes y defectos y me comprometo a revisar cómo puedo mejorar sin presión”
La verdad es que por aquí os suelo compartir muchas preguntas para que os cuestionéis y os sirva de inspiración. Pero no os miento cuando digo que yo misma me las hago también y estoy en constante aprendizaje. Qué bonito también es poder estarlo.
Y una de las cosas que más me está nutriendo mucho como aprendizaje y para grandes cuestiones…. es el Podcast.
Traer a diferentes profesionales me ha ayudado a conocer en profundidad diferentes aspectos de mi vida que actualmente reviso sin volverme loca.
Uno de ellos es mi autoestima. Que en esta época de emprendimiento a veces tambalea… para qué os voy a engañar. Y me ayuda mucho a observarme y a trabajarme para mantenerla cuanto menos en equilibrio.
Por eso, el último podcast con Noemí Seva, especialista en Relaciones y Autoestima me pareció tan interesante. Dijo frases y palabras muy claves que tras terminar me hizo pensar durante todo el trayecto de vuelta a casa.
Fue profundo, honesto y liberador… y es que Noemí habla de una manera que te envuelve y te hace canalizar tus sentimientos. Es fascinante.
Os dejo su Instagram para que podáis ver todas las cositas que hace:
Y por supuesto, os comparto el Episodio 10 del Podcast con ella que grabamos en Barcelona porque os garantizo que es apasionante.
Me despido con mis mantitas y cafecito caliente en mano, esperando a mejorar y permitiéndome sentirme más que nunca.¿y vosotras?
Gracias y mil veces gracias. Cada vez somos más y me hace feliz.