EL MIEDO
El miedo es la emoción que más tratamos de ocultar diariamente.
Es una emoción que la dejamos en la lista de emociones huyendo de ella como si de la peste se tratase. Y de lo que no nos damos cuenta es de que, es la emoción que más mensajes te envía sin duda.
Puedes aprender mucho del miedo, pero has de transitarla y sostenerla a través de una fortaleza genuina.Es la que más equilibrio, empoderamiento y bienestar te va a generar a la larga, pero es la emoción que más perturba tu sueño en un corto plazo de tiempo.
Cierto es que depende de por qué nos visite ese miedo, el para qué es algo que llevaremos de mejor o peor manera. Pero de alguna manera, ese miedo calará en nosotras, de eso no hay duda.
Hace no mucho vino una amiga a contarme que había estado en el médico. Le tenían que operar porque se había visto algo en la ecografía uterina. Además, tenían que mirar también alguna que otra cosa. La falta de información le generó mucha incertidumbre, y por consiguiente, miedo. A los dos días su pareja la dejó por un mensaje de texto. Su miedo desapareció para dar paso a una tristeza y dolor enorme por no entender lo que estaba ocurriendo. El enfado, la rabia y la impotencia también decidieron hacerle una visita.
Era tal el cúmulo de emociones, que no sabía por dónde empezar ni a cuál dar más protagonismo. Ganó por goleada la tristeza y la rabia.
Cuando buscamos en el baúl de las emociones, hay que observar cuál de todas ellas tiene más peso. Quizá lo que en un principio llega cambiándote y trastocando tus esquemas, de repente llega otra inesperada que hace que sea tu prioridad.
Por eso, cuando lleguen, es mejor dejarles libres fluyendo dentro de ti como cualquier río hacia su desembocadura. Llenando de mensajes tu subconsciente y creando dentro de ti una transformación que sólo tú conseguirás descifrar. Pero que si consigues sostener y abrazar, los resultados serán completamente reveladores.
La frase de “si tienes miedo, hazlo con miedo” cobra mucho sentido en esta Charla Zen de hoy. Más que nada porque si lo miramos con diferentes gafas, comprenderemos que el campo de visión se distorsiona y cambia en función de con cuáles las veamos.
Escucha más qué ocurre dentro de ti. Toma decisiones según tú quieras y necesites. Y sobre todo, respeta tus ritmos y tu energía. Son gran parte de tu historia.
Así que , si quieres comenzar a tomar decisiones y a estar alineada contigo sabiendo a qué emoción quieres darle prioridad… PINCHA AQUÍ:
SI QUIERES EMPEZAR POR ALGO, EMPIEZA POR TI
Os abrazo fuerte.