Para mi, trabajar la gratitud me parece fundamental.
En Yoga se realizan los saludos al sol como ritual de agradecer un nuevo día. Agradeciendo al sol su fuerza, su calor y su luz despertando a su vez la luz y el fuego interno de cada una. Agradeciendo un día más de disfrutar de la vida. Un día más de poder estar aquí y disfrutar de la inmensidad que compone todo lo que nos rodea.
Estas semanas que estamos observando qué es lo que necesitamos para este cierre de ciclo y cómo queremos iniciar el nuevo… me parece fundamental poner foco a la gratitud. A apreciar todo lo que tenemos y de qué manera lo tenemos.
Podría deciros que el dinero no lo es todo, que hay muchas formas de ser feliz… y sinceramente, creo que al final eso es lo típico que se dice aunque todos sepamos que en el fondo sea verdad. No, no es lo que realmente nos hace felices.
Estamos en una sociedad en la que cuanto más tengamos o cuánto más bonito y espectacular sea el lugar al que vamos, más nos enriquece personalmente y más nos sentimos plenos. ¿Pero esto a la larga funciona? Obviamente a todas nos gusta disfrutar de vez en cuando de un viaje increíble, de pasar la tarde en Zara o de comer en el mejor sitio del mundo. Por tanto, sí, el dinero ayuda pero creedme cuando os digo, que no es lo que da la felicidad.
El otro día lo hablaba con un alumno mío que me parece muy sabio. A veces, el ser un culo inquieto te hace tener motivación de miles de cosas por hacer, pero hay que saber distinguir entre lo que es ser un culo inquieto porque te encanta saborear la vida y exprimirla al máximo y otra porque realmente lo necesitas para llenar un vacío interior.
Hay personas muy ricas que disfrutan muchísimo de la vida, pero también personas sin tantos recursos que también lo hacen. De otra manera, se las ingenian para complacer sus días y a su familia.
¿Cuál es entonces la clave? Volvemos un poco a la respuesta que creo que sale al final en todas nuestras charlas. La estabilidad.
Si lo pensamos detenidamente… ¿por qué motivo trabajamos? para poder vivir. ¿Cómo queremos vivir? con las menores preocupaciones posibles… pero, si tenemos un trabajo en el que ganamos muchísimo dinero pero tenemos una responsabilidad abismal, nos pasamos 300 horas en el trabajo y al final, no tenemos vida… MEEEC, no somos felices.
Ahora bien, si estás en un proceso en el que realmente no tienes tanto dinero, pero valoras el tener salud, en tener a tu familia cerca, el poder pasear por la playa, el comer en casa con los tuyos, el poder estar un día en el parque con tus peques, el poder disfrutar de un café con las amigas y el pasar el día de vez en cuando fuera de tu casa… eres feliz.
Así que, estamos un poco en las mismas. Lo importante, para mi, es el crearte un espacio en el que te sientas segura, agradecer que tenemos salud para disfrutar de ese espacio, y por supuesto y fundamental, hacer un balance de qué aspectos cambiar en el entorno laboral para poder ganar un salario que me produzca tranquilidad pero que a la vez no me tenga anclada en la oficina y con un estrés que se hace enfermizo.
Tenemos mucho el concepto de… “hay que trabajar duro para poder ganar mucho dinero”, así que, yo cambiaría esa frase por “hay que trabajar mucho y conscientemente para poder ganar dinero y sentirme estable”.
De nada me sirve tener un cochazo y viajar a las Bahamas durante dos semanas escasas, para estar el resto de meses anclada en una oficina sin prestar atención a mis tiempos, mi alimentación, mi descanso, mi cabeza y dar prioridad a pasar tiempo de calidad con los míos. Vivimos para esas dos dichosas semanas de vacaciones ¿no os parece una locura?
Con esto no quiero decir, y lo recalco, NO QUIERO DECIR, que no haya que trabajar mucho. Aquí no se regala nada… pero que cuando se trabaje, sea con un propósito claro y respetándote.
Y aquí viene entonces mi pregunta:
¿ Cuántas veces al día llevas tu atención a la respiración?
En clase de Yoga, muchas veces, observo como mis alumnas y alumnos hacen respiraciones profundas de deseo de soltar y desbloquear tensiones. Es algo que hago hincapié en el inicio de las clases porque me parece fundamental para dar paso a ese momento de conexión y escucha profunda. Y cuando observamos con detenimiento, nos damos cuenta de que nos pasamos el día sin prestarnos atención.
Así que, no te despistes y crea esos espacios de respiración que tanto necesitamos practicando la gratitud.
Aquí os dejo mi regalito de la semana… Un vídeo explicando un tipo de Pranayama “Nadi Shodhana” que os recomiendo practiquéis por la mañana y por la noche antes de iros a dormir. Facilita la relajación y el estado meditativo.
Así que, hoy el mantra que me grabo a fuego es:
“ Me siento en paz. Me siento en equilibrio. Agradezco y honro lo que tengo”
Tengo que deciros que una de las cosas que me ayuda más a conectar con mis emociones y sobre cómo me siento o qué es aquello que tengo que sanar, es con el sonido y la vibración.
Desde que descubrí el Gong, os prometo que hubo un antes y un después en mi. Fue todo un descubrimiento y me siento profundamente agradecida con mi amiga y compañera Raquel , que aquél día en Alicante me hiciese una sesión privada para poder vivir lo que realmente es la Sonoterapia. Me quedé tan impresionada que recuerdo irnos a tomar algo después y aún estar prácticamente en shock sobre lo que me había generado.
Estuvimos una hora hablando de las sensaciones, de lo que realmente era, de todo lo que provocaba y cómo lo vivían las personas… y dado que ambas tenemos tanta conexión, decidimos unirnos a crear encuentros y retiros juntas donde Raquel lleva el Gong y hacemos algo realmente especial.
Esta semana he tenido el enorme placer de que se haya unido al Podcast para poder explicar con detalle todos los beneficios, efectos y sensaciones que provoca el Gong y sobre todo nos explica con conocimiento, qué es la Sonoterapia y si es para todos los públicos.
Os dejo el enlace para que podáis disfrutarlo tanto como lo hice yo mientras grabábamos.
Me despido con amor y con mi infusión de frutos rojos con ganas de seguir charlando con vosotras.