El pasado Lunes mientras meditaba me di cuenta de que me pesaba la espalda. Literal.
Puse mi atención al cuerpo como cada vez que comienzo a meditar y me di cuenta de que tenía una molestia enorme en ella. El peso era demoledor. Así que decidí poner mi atención a esta parte mientras respiraba. Mientras lo respiraba todo, como siempre digo.
Inhalaciones y exhalaciones largas, profundas, conscientes… que me hacían ir viajando poquito a poco hacia esa parte de mi subconsciente que me llama a gritos y que suele manifestarse, en mi caso, en forma de contractura o dolor corporal.
Visualicé lo que llevaba meses atrás haciendo. Trabajo, Leo, Estudio y Casa. Principalmente esos cuatro pilares que ahora mismo me tienen absorta y con un enfoque profundo hacia ello. Conseguí ir desmenuzando todo lo que esto me lleva de dedicación.
Y la verdad, es que me encanta. Es la primera vez en mi vida que realmente sé que estoy donde quiero estar. Quiero poner todo mi foco a esta parte de mi vida ¡ojo! sin olvidar todo lo demás, pero tengo ese objetivo claro que es el dedicar tiempo de calidad a todo lo que ahora me parece importante y prioritario (podéis leer el anterior post si aún no lo habéis hecho ;)).
El caso es que, el que sea ese mi objetivo, el que esté contenta de poder tener mis ideas cada vez más claras y el saber con certeza que lo que estoy haciendo lo estoy haciendo con un propósito súper honesto y especial… no indica que no me esté cargando con presión, preocupaciones, cansancio, agotamiento, etc. Esta es la parte que a veces no se ve por redes y que inevitablemente está ahí. Y al hilo de esto, qué importante es meditar y observar con detenimiento qué es lo que te está ocurriendo. Herramientas como Meditación y Yoga para mí son claves para conocerte y ver qué está pasando en tu interior.
El caso es que a raíz de eso, me di cuenta de que son semanas muy importantes y delicadas. Llega la Navidad, el invierno y son momentos de mucha introspección. Quizá para muchas de tristeza, de soledad… para otras de felicidad y gratitud…
Cada persona lo vive de una manera distinta, pero independientemente de eso, no deja de ser un momento de mucha conexión hacia dentro. Permitiéndome observar esto, vi que al cerrar este ciclo, quiero hacerlo desde la gratitud, desde mi mayor deseo de continuar así, con mi familia y mi trabajo, de que quizá esa presión que tengo deba ir soltándola poco a poco, como si tuviese una mochila en la espalda y vaya descargando peso para ir más ligera. Esto me hace ver la importancia de ir poniendo enfoque e ir quizá soltando todo eso que me hace crear nudos en el estómago. Aunque a veces sea inevitable tenerlos.
Desde hace ya 4 años soy Instructora de Yoga Nidra. Para mí esta relajación calmó mucho mi ansiedad. Por las noches, me acostaba y me ponía Yoga Nidra para irme a dormir y me hacía tener sueños placenteros. No estaba muy segura de si era por esto por lo que conseguía dormir bien hasta que hice la formación. Desde luego que sí.
Esta relajación te induce al sueño. Te hace quedarte en un estado de completa calma y consciencia hacia tu respiración, tu cuerpo y te hace adentrarte a tu espacio mente llevando pensamientos positivos a tu cerebro, lo que conduce finalmente a mantener un sueño reparador y bonito.
Así que, mi aportación de esta semana quería que fuese una relajación guiada (Yoga Nidra) para que podáis llevároslo a vuestras noches y poder dormir en condiciones.
Y esto va un poco ligado a lo que estaba hablando al principio.
El hecho de darnos cuenta de todo el peso que cargamos y que sabemos que queremos soltar. Esto lo haremos si nos permitimos ser conscientes de todo lo que llevamos a cuestas y sería positivo plantearnos la pregunta de:
¿Qué puedo hacer para sentirme más ligera?
A veces no es tanto el querer cambiar porque una está mal. A veces se trata de querer ir mejorando y evolucionando acorde a tus principios. Acorde a la vida que quieres. Y este punto es importante, porque todas sabemos que siempre habrá algo que entorpezca u obstaculice lo que deseamos alcanzar. ¿Estamos realmente preparadas para eso? Poner el foco, continuar sabiendo que realmente estás por el buen camino y no perderlo a pesar de los baches, para mí, es la clave de todo. Mantener digamos, ese equilibrio.
Así que, el mantra que me grabo hoy a fuego es:
“Suelto, me siento y si lo necesito… vuelvo a soltar. Sin juicio.”
Esto último es importante. Sin culpa, sin juicio, sin crítica. Recuerda que sólo tú eres la única responsable de cómo gestiones tu sentir :) La culpa no tiene ningún papel en esta película.
Agradezco muchísimo estos Domingos de poder charlar con vosotras. Cada vez somos más y para mí es un chute de gratitud, no os imagináis cuánto.
Y ya por último, quería dejaros por aquí el último episodio del Podcast con mi querida Sofía Ferrandiz, compañera y amiga Instructora de Pilates que nos habla de los amplios beneficios que éste aporta a todos los niveles.
Es importante conocerlo porque siempre está la eterna duda de si elegir Pilates o Yoga y aquí, en este vídeo, explicamos la diferencia que hay entre ambas y que son perfectamente complementarias. No tiene desperdicio.
Muchas muchas gracias por seguir en esta comunidad bonita.
Nos leemos el próximo Domingo :)
Hoy me despido con infusión de Manzanilla con Canela ;)