Es impresionante la cantidad de veces que nos bloqueamos y nos paramos en seco por los nervios que algo nos genera. Los nervios es un tema que a mi personalmente me ha costado muchísimo gestionar.
Desde bien pequeña he sido una niña bastante impulsiva, todo lo bueno y lo malo lo soltaba a borbotones y eso para bien era una maravilla, de intensidad y efusividad, pero para mal me traía muchísimos problemas.
Mis uñas fueron las más castigadas. Mi madre no paraba de darme guantazos en la boca cada vez que me llevaba los dedos a ella. Y mi cabreo se apoderaba hasta tal extremo que rara era la vez que podía llevar las manos bonitas. Esto tiene un nombre: Onicofagia.
Me dedicaba a comentar a las personas que me conocían, que padecía eso que tenía un nombre tan raro y ni los líquidos apestosos ni el gel para las uñas, dieron resultado.
Y es que, no me daba ni cuenta que el problema no era la manía que tenía de llevarme la mano a la boca, sino todo lo que me había generado para llegar a utilizar ese mecanismo como defensa ante una ansiedad que se había apoderado de mi desde bien pequeña.
Cuando entendí esto y comprendí que no es que fuese impulsiva sólo por tener un determinado carácter… la cosa cambió. Y no diré que nunca más volví a serlo o que jamás volví a morderme las uñas, porque mentiría. Pero sí os diré, que entender parte de lo que soy por lo que he vivido… me ha hecho tomar una serie de decisiones que a día de hoy, han sido las mejores para poder establecer un equilibrio en mi y aliviar mi tensión y ansiedad.
Todo esto se consigue a base de terapia, de actividades de conexión, de mucha autoayuda y autoconocimiento… pero gracias a todo el trabajo personal que he hecho conmigo, he comprendido que todas las experiencias vividas, te generan consecuencias en edad adulta.
Esta última semana lo he estado hablando con un grupo de mujeres en un curso muy chulo que he hecho para mi Marca Personal. Lo que en un principio era algo meramente laboral, se convirtió en un compartir precioso entre varias mujeres que no se conocían entre sí y que acabaron como hermanas brindando y riendo por todo lo descubierto de nosotras.
Cada una de ellas tenía una historia. Algo que contar. Algo que les había, en cierta manera, perturbado en sus vidas. Desde un intento de violación, hasta perder la visión de un ojo, un padre que maltrataba a una madre, un hermano con problemas o la pérdida de un ser querido. Muchas fueron las historias que descubrí y que me impactaron seriamente, al ver que cada una de nosotras, había sido quien es hoy por todo esto que nos ha ocurrido. Unas mujeres, que a pesar de haberlo pasado mal, siguen al pie del cañón con una generosidad inmensa de querer acompañar y aportar a sus clientes, conocidos o familiares. Personas con un gran corazón que no se victimizan, sino que se trabajan cada día para que aquello que les ocurrió, no se repita en el tiempo. o no de la misma manera.
Está claro que no podemos hacer que la vida nos de sólo lo que necesitamos, ni evitar que nos de un golpe, pero sí es importante tener las herramientas suficientes y el conocimiento suficiente sobre qué paso vas a dar para que todo se reconduzca y que lo sucedido, lejos de afectarte, te ayude a ser una mejor versión de ti misma.
Escribo todo esto y sólo me dan ganas de llorar. Porque chicas, es tanta la intensidad de la exposición que a veces me someto, que a mi también se me generan miedos, dudas, NERVIOS…. y puedo estar días así, respirando y gestionando cada momento de manera que esa tensión no se apodere de mi, pues la intención principal es que se aporte lo bonito que tiene todos los procesos dentro de la complejidad. Y que obviamente tenemos miedo. Obviamente estamos en constante aprendizaje. Y eso me cuesta también a mi. Pero si no nos trabajamos cada día, si no sabemos cuál es la base ni cómo gestionarlo… os garantizo que la Onicofagia, la impulsividad y la ansiedad, como es mi caso, vuelven y resurgen de las cenizas en un abrir y cerrar de ojos. Como el turrón que llega para Navidad.
Mantra que me grabo a fuego esta semana es:
“Abrazo mi intensidad sin entrar en un bucle. Me abrazo sin juzgarme”
¿Qué paso has empezado a dar para que seas una mejor versión de ti misma?
¡Qué has conseguido a lo largo de los años de lo que te sientes orgullosa a día de hoy?
Si ahora mismo tuvieses un letrero con tus inseguridades, ¿cuáles serían?
¿Qué vas a hacer para convertir tus inseguridades en capacidades desarrolladas en un alto nivel?
¿Quieres que vengan a visitarte como el turrón? Comienza YA
Si de algo estoy segura chicas, es que yo me harté de esa intensidad negativa. Especifico NEGATIVA porque cuando me sale para mostraros lo bonito que es trabajarse, conocerse, amarse y lo mismo hacia los demás… es algo maravilloso. Cuando esa intensidad se convierte en sufrimiento, es la alarma que indica que algo no está funcionando bien. Así que, no dejes que esa alarma se active, simplemente conoce lo fuerte, capaz y lo bonita que eres en todas sus complejidades. Porque el ser humano, nunca dejará de ser simple y complejo a la vez, eso es lo que hace que seamos tan mágicos. Disfrutadlo.
Y tras una Zen Class el Domingo pasado, motivo por el que no llegué a enviaros la Newsletter, estoy aún con una resaca emocional interesante. La apertura de 100 personas en directo y de las más de 100 personas que lo vieron en diferido, hablando en privado y contándome sus historias, me hizo ver que todas y cada una de nosotras, tenemos algo que contar. Y que, sólo nosotras tenemos el mando para poder mejorar o dejarnos hundir por las circunstancias de la vida. que, independientemente de lo que te ocurra, si para ti es importante…lo es y punto. Da igual lo que piensen los demás y da igual si lo consideras más o menos grave, si para ti es importante ya es un motivo suficiente para ponerte en acción. Y por favor, NO SOY CAPAZ lo borramos de nuestro vocabulario. ;)
El podcast de hoy tiene también su historia. Carla, es la fundadora de la bebida KEWATER, kéfir de agua que nos ayuda a mejorar nuestra salud intestinal.
La creación de esta bebida viene de una historia familiar. Tras un problema de salud y observar los grandes avances que hubo por consumir Kéfir de agua, Carla decidió, como nutricionista que es, investigar más sobre estas propiedades que tanto bien nos hace a nuestra salud. Nos comenta los grandes beneficios que aporta al ser humano y cómo esta bebida que aún no es tan conocida, es una gran alternativa a un refresco o un probiótico y cómo alivia y mejora los síntomas de un problema intestinal.
Me encantó charlar con ella porque, sinceramente, desconocía el origen y los beneficios de Kewater y me dejó con la boca abierta.
No os lo perdáis.
Os abrazo muy fuerte.
PD: Por cierto, en Enero vuelvo a abrir Sesiones 1-1 conmigo. Y comenzaremos con el Programa “Salto al Bienestar”. Si aún no has contactado conmigo… escríbeme por instagram o a hola@noeliazenvibes.com y ¡hablamos!