SER LIBRE TIENE UN PRECIO
Los cambios siempre generan miedo. Llevan implícito una dosis de incertidumbre que por mucho que queramos controlar, es imposible.
Siempre nos va a generar dudas sobre si lo que vamos a dejar va a hacer que nos arrepintamos o si lo que vamos a llevar a cabo dará los frutos que esperamos… pero nada de eso se podrá hacer si no damos los pasos necesarios para ello.
Muchas veces preferimos quedarnos como estamos porque esa seguridad nos genera mucha estabilidad y preferimos la estabilidad antes que hacer algo que nos pueda llenar muchísimo. Nos conformamos.
No digo que eso esté mal, pero sí pienso que como todo en esta vida, el hecho de resignarse a “estar bien” cuando puedes estar viviendo apasionada, motivada y con ilusión… es una pena.
¿Qué ocurre? que para conseguir todo eso hay que pasar una serie de circunstancias que nos hace tambalearnos en más de una ocasión. Esto merece la pena porque el proceso es gratificante, innovador, diferente, único y en definitiva, maravilloso ya que va alineado con lo que sentimos y queremos en ese instante.
Os pongo un ejemplo:
. Las personas que hemos vivido fuera, posiblemente nos hemos ido con el deseo más absoluto de aprender de nuevos escenarios, personas y cultura. Todo lo imaginamos maravilloso y con muchas ganas, pero cuando llegamos al destino vemos que nos pasamos más horas trabajando que disfrutando, que no tenemos tiempo para visitar todo aquello que habíamos apuntado en la lista. Si te has ido al extranjero, no te aclaras con el idioma, todo se va de madre económicamente y te sientes sola o con ideas de dejarlo todo de nuevo. Echas de menos lo que tenías sobre seguro y te replanteas nuevas opciones.
Pero de repente, empiezas a sentirte genial cuando ves que aprendes a defenderte en un lenguaje que no es el tuyo, cuando mantienes conversaciones con personas nuevas con puntos de vista nuevos, cuando vas cambiando de trabajo y encontrando tu lugar, cuando desafías nuevos retos y te ves más fuerte para afrontarlos. Ese chute de adrenalina genera libertad, crecimiento y empoderamiento.
Por eso, tomar decisiones no es fácil porque sabes que hay algo que vas a perder, aunque sea mínimo. Es elegir una cosa para renunciar a otra, pero cuando algo sale de dentro, sabes que ese movimiento lo has de hacer y para ello es importante rodearte de personas que a pesar que no te entiendan, te acompañan y te ayudan en el camino. Aunque sea para darte un abrazo cuando lo necesitas.
Todo esto es lo que más veo en las Sesiones 1-1 , porque los cambios y la toma de decisiones es algo que nos trae de cabeza a todas, siempre.
Así que, en sintonía con lo que os estoy hablando, el mantra que me grabo a fuego esta semana es:
SOY LIBRE. CON O SIN MIEDO, PERO LO SOY
¿Qué te planteas hoy por hoy?
¿Cuál es la dirección que quieres tomar en tu vida?
¿Estás en el momento que quieres estar?
¿Tienes alguna conversación pendiente?
¿Tienes algún sueño u objetivo pendiente?
Y esto mismo es precisamente lo que le ocurrió a la última invitada a Zenvibes Podcast- Patri Gandarias. Una viajera por naturaleza que al plantarse en Australia trabajando como camarera, se dio cuenta de que no tenía tiempo para nada de lo que se había planteado, observando que la gracia de irse a Australia era el poder recorrérselo y disfrutar de cada rincón de ese magnífico lugar. Al ver cómo vivían los nómadas digitales, comenzó a interesarse por ello. Formándose e investigando cómo crear su propio negocio digital.
A día de hoy, ha recorrido diferentes países en el mundo, tiene un equipo de nueve personas en su empresa y ha creado el Instituto Nómada para ayudar a otros a crear también sus propios caminos en el mundo del Marketing Digital viajando por diferentes lugares.
Os comparto el podcast para que lo podáis gozar tanto como lo hice yo.
Os abrazo fuerte.
P.D: Sesiones 1-1 conmigo aquí —> SI QUIERES EMPEZAR POR ALGO, EMPIEZA POR TI